sábado, 27 de agosto de 2011

Seguimos con Jane Eyre


Después de haber leído el libro por tercera vez y luego de The Eyre Affair, no pude con mi genio y terminé viendo la película por más que estaba esperando su estreno en cine.

La nueva versión de Jane Eyre, está dirigida por Cary Fukunaga, un director norteamericano(hijo de padre japonés y madre sueca), que proviene del ambiente del cine independiente.Una extraña selección para una adaptación de un libro tan clásico.

Filmada de forma original, queriendo apartarse de otras versiones del libro, comienza en forma de "flashback", arranca en el momento más crítico en la vida de Jane y de allí, a modo de recuerdos, se llegará a conocer quién es y lo que ha sufrido.
Como no podía ser de otra manera, la BBC no se quedó lejos del proyecto, siendo una de las productoras del mismo. Estando esta productora detrás, la ambientación es perfecta.
El vestuario es oscuro y simple, la fotografía hermosa, con una luz muy sutil, sencilla, llena de luces y sombras de velas y del fuego presente en las chimeneas. La música de Darío Marinelli, que ya me sorprendió gratamente en Orgullo y Prejuicio (2005) y en Expiación (2007), es una combinación magnífica de suavidad e intensidad.

Tanta atención a los aspectos "técnicos" me dejó con la sensación que descuidaron lo más importante, es decir, la historia y sus personajes.

Jane Eyre es una historia muy conocida, compleja y oscura. La sentí superficial y acotada.
La relación entre Jane y Rochester, que crece poco a poco en el libro, a través de conversaciones y momentos compartidos, es reducida a un par de breves encuentros que no dejan en claro porqué se enamoran el uno del otro.
Un elemento esencial de la historia, como es el misterio que esconde la casa, es reducido a casi nada.

En cuanto a las actuaciones, Mia Wasikowska, que interpreta a nuestra querida institutriz, no me convenció. Siempre vi a Jane como una joven mujer adelantada a su época, de firmes opiniones, decidida y fuerte. La interpretación de Mia Wasikowska, me pareció débil y dubitativa.
Michael Fassbender, al que consideraba muy "lindo" para el papel de Rochester, cae mucho mejor parado que su joven compañera. Muestra intensidad sin caer en exageraciones y junto al maquillaje, lo hacen un Rochester tolerable.
Lamentablemente, entre los actores, no se siente química, algo que es imprescindible para plasmar una de las parejas literarias más famosas.
Como curiosidad, la aparición de Jamie Bell como St. John Rivers, me resulta raro ver al pequeño bailarín de Billy Elliot en papeles de adulto.
Capítulo aparte para la siempre espectacular Judi Dench como Mrs Fairfax, el ama de llaves de Thornfield. Aunque un tanto desaprovechada, sus apariciones mejoran cualquier película y ya se me es difícil imaginar un clásico inglés sin su presencia.

Para alguien que no haya leído el libro o lo haya leído sin pena ni gloria, es una película de época que se puede disfrutar. No es una mala cinta. Ahora, si el que la ve, la mira con ojos de fanático de la obra, cambiará mucho la opinión sobre la misma. Lejos, en historia e interpretaciones, a las versiones de 1996 o la miniserie del 2006.

domingo, 7 de agosto de 2011

Jane Eyre


"Una de las grandes novelas de todos los tiempos. La obra maestra de la literatura victoriana. Jane Eyre es una novela clásica de amor, precursora del feminismo y la psicología moderna, sobre una huérfana que enfrenta su destino manifesto gracias a su inteligencia e integridad inquebrantables. Controvertida y revolucionaria en el momento de su publicación, Jane Eyre es, al mismo tiempo, una crítica punzante a una sociedad rancia y un himno aguerrido a la valentía y el romance.
Una historia de amor e intriga en la Inglaterra del siglo XIX. Una de las novelas más populares y exitosas de todos los tiempos, varias veces adaptada al cine."


Jane Eyre es un clásico de todos los tiempos. La novela, escrita por Charlotte Brontë, fue publicado bajo el seudónimo de Currer Bell y por mucho tiempo, se creyó escrita por William Thackeray (La feria de las vanidades, Barry Lyndon).

La primera parte de la novela, trata sobre la vida de Jane Eyre de pequeña. Huérfana desde temprana edad, es criada por un tío, pero al fallecer éste, queda a merced de la esposa de él, la señora Reed y de sus tres malcriados hijos.
Esta niña de carácter fuerte, que se podría tomar como rebelde, es llevada a una cruel escuela para niñas, Lowood, donde las privaciones y los malos tratos son moneda corriente. El espíritu de esta jovencita se pondrá a prueba en la institución rigurosa, pero gracias a la señorita Temple, sus años allí serán provechosos.

La segunda parte de la historia, nos muestra a una joven Jane, que ya es docente del colegio y que decide que es hora de abandonar la seguridad del colegio y salir al mundo. Consigue un trabajo de institutriz de una niña en Thornfield, lugar que le cambiará la vida al entablar amistad con el señor Rochester, dueño del lugar.
Lo que comienza como respeto y confianza mutua, se transformará en amor, del que reniegan los dos por distintos motivos. Ella, por considerarlo fuera de su alcance y él, por esconder un secreto que habita en los rincones del Thornfield.

La tercera parte, transcurre lejos de su amado Rochester, el secreto que guardaba al fin salió a la luz y los separa. Lejos de Thornfield, Jane comienza otra etapa de su vida, pero su corazón no lo ha olvidado y reconoce su llamado a la distancia.

Cuáles son los motivos por los que una historia de amor entre una pobre institutriz y su señor es un clásico?
Por su heroína, una joven que no se destaca por su belleza exterior, sino por su vida interior, su fortaleza, su determinación.
Por su héroe, un "viejo" de treinta y tantos, poco atractivo, sarcástico, oscuro y misterioso.
Porque es adelantada a su época en muchas cosas, es feminista y crítica.
"Y supone una gran estrechez de miras por parte de algún ilustre congénere del sexo masculino opinar que la mujer debe limitarse a hacer repostería, tejer calcetines, tocar el piano y bordar bolsos. Condenarlas a o reírse de ellas cuando pretenden aprender más cosas o dedicarse a tareas que se han declarado impropias de su sexo es fruto de la necedad".

Porque redactada en primera persona, podemos leer los pensamientos de Jane, conocer sus sentimientos, compartir su dolor. Porque está escrita de una manera exquisita.
"Toda la conciencia de mi vida solitaria, de mi amor perdido, del naufragio, de mi esperanza, de mi fe agonizante se abatió sobre mí de lleno, como un macizo de sombras. No es posible describir la amargura de aquella hora; las aguas anegaron mi alma, me hundí en un cenagal sin fondo, donde no se hacía pie, hasta lo más profundo de las aguas. La riada se había apoderado de mí".

Porque es una mujer que se defiende ante cualquiera, incluso frente a su señor, a quien ama y respeta.
"¿Cree que por ser pobre, insignificante, vulgar y pequeña carezco de alma y de corazón? Pues se equivoca. Tengo una alma y un corazón tan grandes como los suyos..."

Y qué tiene de especial ese extraño señor que puede parecer egoísta por sus decisiones? Su amor apasionado a Jane, tanto la quiere, que deja de lado las creencias que rigen la sociedad victoriana.
"Cada átomo de tu carne es como si fuera mío, y seguiría amándolo aunque enfermara o se viera traspasado por el dolor. Considero la clarividencia de tu mente como el mayor tesoro, pero si se quebrara no dejaría de ser un tesoro para mí. Si te pusieras a delirar furiosamente, no te sujetaría con una camisa de fuerza, sino con mis brazos, que te agarraras a mí me encantaría, aunque fuera en trance de desvarío..."

Una historia de amor llena de espinas, como los campos del señor Rochester.

El cine ha hecho muchas adaptaciones de esta novela, distintos Jane y Rochester, algunos más acertados que otros. Las más famosas han sido la de 1944, con Joan Fontaine y Orson Welles. La de 1970, con George C. Scott y Susannah York. La de 1996, dirigida por Franco Zeffirelli y protagonizada por Anna Paquin, Charlotte Gainsbourg y William Hurt.
La televisión, en especial la BBC, la ha llevado a sus pantallas varias veces, siendo la del 2006 la más vista, con Ruth Wilson y Toby Stephens.

En el 2011 se ha estrenado una nueva versión cinematográfica con Mia Wasikowska y Michael Fassbender en los roles principales. En Argentina seguimos esperando su estreno.