miércoles, 21 de diciembre de 2011

Meet me in St. Louis

Carrie Bradshaw, en la primera película de Sex & the City, contrata a una asistente personal (la increíble Jennifer Hudson), quien es de St. Louis y tienen una charla sobre Meet me in St. Louis (Cita en San Luis), de Vincent Minelli.



Para ser una persona que disfruta de los viejos musicales, debo confesar que no conocía esta película y sabiendo que era un musical y, que lo protagonizaba Judy Garland, no dudé en buscarla.

Cuenta la historia de una familia acomodada a principios del siglo XX, poco antes de la Exposición Universal que se celebró en St. Louis en 1904.
Esther (Judy Garland), es la segunda hija del matrimonio y está enamorada de su vecino. El problema surge cuando el padre es transferido a New York, lo que provocará el disgusto de casi todos los miembros de la casa.

Con un guión muy simple, lo que hace especial a la película es el uso del color, los lugares, las actuaciones secundarias y, lo más importante, las maravillosas canciones.

Los papeles del abuelo y de las hermanitas menores se roban varias escenas, pero es Margaret O'Brien la mayor roba escenas. Una gran estrella infantil de la época dorada que logró un Oscar por este papel, pero que también la podemos disfrutar en Little Woman o en Jane Eyre.


Una Judy Garland en su mejor momento vocal. Su voz es espectacular y es gran parte del éxito que han tenido varias canciones que pertenecen a la película, que sobrepasaron a la cinta en vigencia y forman parte del "inconsciente colectivo".

¿Sabían que la eterna "Have yourself a merry little Christmas" pertenece a esta película? Por esta canción, por los escenarios nevados y por la voz, la hacen una película ideal para ver en esta época del año.
Y qué mejor que esta canción, para desearles que tengan una muy feliz Navidad!








domingo, 11 de diciembre de 2011

Noche de Año Nuevo

Primer entrada de diciembre. Sí, el año se ha pasado volando, al menos para mí. En un abrir y cerrar de ojos, me encuentro entre vidrieras navideñas, arbolitos de Navidad y las películas de la temporada en el cine.

Así es como terminé viendo la comedia romántica "ideal" para las fiestas. Es algo común en Hollywood esto de filmar películas con cierta temática particular y estrenarla en la fecha justa.
New year's eve (Año Nuevo en Argentina, Noche de fin de año en España), entra en la categoría de su predecesora Valentine's Day. ¿Por qué? Comparten el mismo director, Gary Marshall; el mismo formato (muchas historias que se entrecruzan), y un numeroso reparto.

Es una comedia liviana, superficial, con algo de romance, una pizca de drama y un elenco de estrellas.
Robert De Niro, Halle Berry, Sarah Jessica Parker, Matthew Broderick, Michelle Pfeiffer, Jon Bon Jovi, Josh Duhamel, Héctor Elizondo, Seth Meyers, Jessica Biel, Zac Efron, Abigail Breslin, Hilary Swank, Ashton Kutcher, Lea Michelle, Katherine Heigl, Jim Belushi, y tantos más que no tiene sentido que siga.

Con semejante elenco de estrellas, algunas con el título bien ganado, otras...no tanto, uno esperaría una mejor película. Pero no, sólo cumple con entretener y meter en ánimo de celebración. No mucho más. Uno se ríe por momentos, se divierte y, a la media hora, se ha olvidado de la película.

Muchas historias, poco contenido. Ninguna podrá superar a Love Actually. Sencillamente porque, en primer lugar, era británica. En segundo, las historias se entrecruzan, sí, pero bien articuladas. Los actores son excelentes y están acompañados de un guión excelente.

Muchas estrellas, guión pobre. Las historias se cruzan un tanto traídas de los pelos, como para justificar que aparezcan la cantidad de actores contratados, algunos, con papeles penosos.
Entre tantas historias, uno no logra conectarse con ninguna, porque pasan de una a otra, como Jennifer López de marido.

Unos jóvenes encerrados en un ascensor, una estrella de rock (adivinen quién será?), que se reencuentra con su ex, un moribundo que espera llegar a la medianoche, unas embarazadas que compiten por tener el primer niño del año, una señora que quiere cumplir sus resoluciones de Año Nuevo, una mujer separada y su hija adolescente, una enfermera abnegada con un marido en la guerra, ufff....y algunas más.
En medio de tanto y tan poco, la maravillosa voz de Lea Michelle en dúo con Bon Jovi y sola, cantando

Con el mensaje típico que es una noche para reflexionar y para pasarla con aquellos a los que amamos, no hay que pedirle mucho más que un rato de risas, un par de golpes bajos que intentan conmover (supongo que alguien conmoverá), y sobredosis de New York. Porque si algo me quedó claro es que, parece, no hay mejor lugar en el mundo que Time Square a medianoche.


lunes, 28 de noviembre de 2011

Indias blancas


Conocí a Florencia Bonelli a través de varios blogs amigos que aman sus libros. No soy muy fanática de la novela romántica histórica, pero caí en la tentación de comprar Artemio Furia, que si bien no me enloqueció, me pareció bien escrito. Tiempo después, se lo recomendé a una amiga, que quedó enamorada del libro y ahora es una más de la legión de fanáticas Bonelli.

Ella es quien me recomendó que lea Indias Blancas y su segunda parte, Indias Blancas, la vuelta del ranquel.


Esta es una historia de indios, malones y mujeres cautivas. Pero también de blancos deseosos de extender la llamada «civilización» a lo largo y ancho del país. De una familia que guarda celosamente secretos que irrumpen con fuerza en los momentos más inesperados. De una sociedad pacata que no perdona a los que osan transgredir sus normas. Y de unas personas, pocas, que se animan a tomar el camino de sus deseos más profundos. Indias Blancas es, sobre todo, la historia de un amor que no conoce límites.
En 1870, Laura Escalante, una mujer de linaje intachable, comete un gravísimo error: enamorarse de un indio, el ranquel Nahueltruz Guor. En el lejano sur de Córdoba, cerca del país de los Ranculches, el amor que se profesan encuentra su lugar. Pero no por mucho tiempo. Un sinfín de fuerzas antagónicas se opondrá a esta relación: la Iglesia, la familia de Laura, su eterno pretendiente, el mundo mismo. Laura sabe que el desafío es enorme, pero guiada por el recuerdo de su tía Blanca Montes (cautiva del cacique Mariano Rosas) luchará por convertirse en otra «india blanca».

Y ahora, temiendo por mi vida (las fanáticas de Bonelli son peor que los malones), debo decir que, aunque está bien escrito, no me gustó.

La historia entre la “chica de sociedad” que se enamora de quien no debe, en este caso un indio, no es nada nuevo, pero no ése mi problema con esta novela. Mi mayor problema es que no me gustaron los personajes. Laura Escalante y Nahueltruz. Ninguno de los dos me enganchó.

Ella, tan decidida y controversial para algunas cosas, la noto muy sumisa en otras. Él, a quien se supone un indio con educación, en más de un momento no lo demuestra, pero en especial en una escena donde describe una especie de violación que me cayó de lo peor.
Pero sacando los aspectos negativos, me gustó el cruce de historias, el paralelismo entre la historia de amor entre Laura y Nahuel y la de su tía, Blanca Montes, a través de la lectura de su diario.

Indias Blancas, la vuelta del ranquel, continúa la historia entre Laura y Nahueltruz, que no terminó bien el primer libro.


Dicen que los indios jamás olvidan una ofensa, que la venganza entre ellos es cosa sagrada y que todo lo que tienen de agradecidos y humanitarios lo tienen de rencorosos y vengativos. Y aunque Lorenzo Rosas vista a la última moda parisina y hable tres lenguas, en su fuero íntimo sigue siendo Nahueltruz Guor, el ranquel que seis años atrás juró destruir al culpable de su desdicha: Laura Escalante. En la sociedad porteña ella es conocida como la viuda de Riglos, una mujer hermosa, rica, inalcanzable. Dueña de una editorial, se mide ideológicamente con figuras de la talla de Sarmiento y Mansilla y escribe un folletín que mantiene vilo a muchas lectoras. Se le atribuyen, además, varios affaires, el más resonante con el general Julio Roca, quien se apresta para su conquista del indio. Pero lo cierto es que, detrás de esa imagen de mujer fatal, Laura esconde un alma sensible y un corazón destrozado. El rencor de Nahueltruz parece tan profundo como el amor que ella siente por él. En medio de esta lucha de voluntades poderosas, los fantasmas del pasado reaparecen para complicar la situación y se interponen nuevos obstáculos y malentendidos. ¿Podrá Nahueltruz vencer el odio que lo domina y perdonarla? Su felicidad y la de Laura dependen de la respuesta. Amparada en un manejo impecable de la intriga y en una fuerza narrativa arrolladora, Florencia Bonelli ata y desata en Indias Blanca los hilos de una trama palpitante destinada a dejar honda huella en el recuerdo de sus lectores.

La secuela, retoma la historia varios años después. Laura es ahora una viuda poderosa de la sociedad porteña. No sabe nada sobre Nahueltruz, hasta que este se aparece como un caballero rico y cultivado recién llegado desde Europa.

Ella, que se puede dar el lujo de no depender de ningún hombre, que es la “rebelde” de la alta sociedad, que se codea con los intelectuales de Buenos Aires, vuelve a la postura sumisa cuando está frente a Lorenzo Rosas.

Él, sencillamente odioso. Le hace los mil desprecios posibles. Por la mitad de desprecios que le hace, yo me hubiese convertido en Lorena Bobbit y ahí sí que hubiese dado que hablar a la high society!

Pero como dice la canción, “el amor es más fuerte”, las venganzas personales, los odios y rencores, todo quedará perdonado, porque en el fondo se quieren.
Lorenzo/Nahuel, le perdonará su “debilidad”, ella, sus desprecios. Yo, en cambio, demostrando ser más rencorosa que Lorenzo, no le perdonaré a Bonelli que la señora Riglos tenga un romance con un personaje histórico argentino bastante cuestionable en sus acciones.

Bien escrito, con un trasfondo histórico, con personajes que se aman o se odian (la mayoría los ama), es un libro para las que adoran las novelas románticas, no para las mujeres que estén pasando por una etapa donde perciban al amor con una visión ácida y un poco irónica (que en mi caso, ya viene extendiéndose de hace rato).


sábado, 19 de noviembre de 2011

Amanecer Parte 1



Todos los días amanece, pero este Amanecer en especial, hizo esperar a sus fanáticas de todo el mundo.
Hace una semana que tenía las entradas anticipadas, pero no quisimos ir el día del estreno para no soportar histeria. Por lo mismo (y por preferencia personal), vimos la versión subtitulada. Menos gente menor de 18 años, ya que parece no les gusta leer ni los subtítulos.


Amanecer es la última parte de la saga Crepúsculo de Stephenie Meyer. La moda o más el bien el negocio hizo que el último libro, bastante largo, fuese divido en dos películas, tal como ya lo hizo el final de Harry Potter.
La película comienza con la boda tan esperada entre Bella Swan y el vampiro Edward Cullen (ups, no sabían?) y todo lo que viene luego.


En primer lugar, la pequeña fashionista que vive en mi, quería ver el famoso vestido de novia. Por detrás, una belleza, por delante...no me gustó tanto. 
Terminado el segmento Fashion Police, creo que ha sido la película que ha sido más fiel al libro. Al menos, a la porción de libro que le tocó. Sacando pequeños detalles, es como estar leyéndolo.
Tengo un problema con los personajes como Bella Swan, tan abominablementes dependientes de sus medias naranjas, pero en el último libro se pone un poco más soportable, sólo un poco.
Con Edward es otro tema, soy Team Eddie totalmente. No sé porqué, será porque es inmortal, bello, rico, old fashion, que se lo puede manipular fácilmente con la culpa y, encima, es virgen, por lo que no tiene con qué comparar!


Mucha química entre Kristin Stewart y Robert Pattinson, obvio, pero ella me sigue pareciendo un poco plana (y no lo digo por su más que clara falta de delantera), y él tiene esa cara constante de necesitar tomar Activia, que cansa.. Y sinceramente, con una mano en el corazón, como viene pasando en otras entregas, Taylor "Doggie" Lautner se roba las escenas.
Bella, no me acuerdo en qué libro, le dice a Jacob que él es su "sol personal". Taylor/Jacob, es un sol que ilumina la pantalla cada vez que aparece (para suspiros de las chicas de la sala, en especial la que fue conmigo). Le pone actitud, es simpático, carismático y se ha matado en el gimnasio. Aunque debe ser la película que menos veces se sacó la camisa.


En definitiva, la más cercana al libro de las que se hicieron hasta ahora, mucho romance y con toques de acción (para los pocos novios que han ido obligados), la hacen entretenida y le aportan extrema felicidad a sus fanáticas.
Ahora hay que esperar la última parte, donde veremos otros conflictos, pero que no soporté para nada. La frase "mucho ruido y pocas nueces" le quedaría de maravillas, hasta casi denuncio a Meyer a Greenpeace por la utilización de tanto papel.
Y como acotación final, para aquella persona que tenga intenciones de ir a ver esta película, hay que quedarse hasta el final, le agregaron una escena que la mitad del cine se perdió por irse antes.



domingo, 13 de noviembre de 2011

Siempre nos quedará París




No es un libro más sobre cine. Ni siquiera es un libro más sobre cine de José Pablo Feinmann, quien ya escribió Pasiones del celuloide y El cine por asalto. Es que en esta ocasión el autor no se limita a hablarnos de las películas que ama y las que detesta, de los grandes directores y actores, de los mejores guiones y las más bellas musicalizaciones, de los momentos insuperables de la historia del cine. 
No, en este libro nos habla, apenas, de la condición humana, sólo que lo hace a través del cine. Y entonces nos asomamos a la inmortalidad de la mano de la mano de Drácula, a la moral con A la hora señalada, a Dios y la religión con Crímenes y pecados, a los tabúes con Cuéntame tu vida, al sentido de la justicia con Batman, al sexo con El cartero llama dos veces, al miedo al diferente con La guerras de los mundos, a la guerra con Apocalypse Now, al nazismo con La caída de los dioses, al rol de los medios con The Truman Show, al capitalismo con Lo que el viento se llevó y a la fase salvaje del capitalismo con Wall Street, a la cuestión del poder no ya con Hamlet sino con El Rey León.
Parafraseando a Hitchcock podemos asegurar que este libro es, como el cine, la vida sin las partes aburridas, con la profundidad habitual de Feinmann y un mensaje esperanzador. Porque, ya se sabe, "siempre nos quedará París", como Bogart le dice a Bergman en el final de Casablanca.





No, no estoy siguiendo con mi etapa "francesa". La casualidad o causalidad, me ha llevado a escribir una reseña sobre un libro que lleva esta emblemática frase como título.
Con este enunciado, Rick se despide de Isla en Casablanca y sin querer se transforma en una de las tantas líneas de esta película que pasará a integrar la historia del cine, pero también, la de todos aquellos que la han visto y se han enamorado de ella.
José Pablo Feinmann (conocido por acá como el Feinmann "bueno"), es licenciado en Filosofía, escritor, guionista y conductor de programas de televisión.


"Este libro propone una mirada reflexiva sobre las historias que cada película entrega. De aquí que lleve por subtítulo El cine y la condición humana. Pero no es un libro de filosofía. Es un libro sobre el amor al cine. A partir de ese amor vendrá lo demás, pero sin él nada habría sido posible. Y amar el cine es amar sus relatos, sus personajes, sus escenografías, sus buenos y hasta sus malos actores, y sus grandes directores"


Con estas palabras, el propio autor describe su libro mejor que nadie. Es un libro para amantes del cine. Confieso que me sentí en desventaja, varias de las películas que cita, en especial las muy antiguas, no las había visto. Pero su relato es tan ameno e instructivo que se disfruta igualmente.


Cada capítulo del libro trata sobre un tema que está ligado a la condición humana y, como tal, ha sido llevado al cine de mejor o peor manera. La guerra, el capitalismo, el sexo, el amor, los villanos, las obsesiones, etc. Todo visto con ojos de cine pero analizado con la claridad de un tipo inteligente. Leerlo es como estar frente a esos profesores que nos marcaron, que nos contaron las cosas de otro modo, que nos hicieron ver algo de otra forma, que nos abrieron la cabeza a autores o directores que no conocíamos.


Hay capítulos que me gustaron más que otros, dentro de ellos, La bandera del Imperio fue uno de mis preferidos. Toma el argumento de Lo que el viento se llevó y toda la guerra del Norte vs el Sur y la compara con la historia argentina. Jamás se me ocurrió ese paralelismo mientras veía a Scarlett coquetear con Rhett. Lo que me lleva a la conclusión que envidio a la gente con tanta capacidad y talento.


Y cierro la entrada con el final del prólogo de Feinmann, donde explicá el porqué del título y que clarifica mucho mejor que si lo intento yo (entre nosotros, cuando sea grande, quiero ser como él).


"Siempre nos quedará ese lugar donde fuimos intensamente felices, donde conocimos la plenitud, donde nos reímos, donde lloramos, donde sentimos la caricia de lo absoluto, donde nos creímos eternos y lo fuimos, porque ahí -en ese exacto y único lugar que jamás perderemos, que siempre será nuestro- nos enamoramos con un amor tan extremo, tan loco, que sólo podía durar para siempre, ni un día menos que la eternidad. Ese lugar es el cine. Porque es así, así de simple, así de complejo: pase lo que pase, y aún si lo que pasa es lo peor, siempre nos quedará el cine."











domingo, 6 de noviembre de 2011

Blue, blanc, rouge

Francia no es un país de los que me llamen la atención, el encanto de "la ciudad luz" nunca me atrajo y la fama de "mal educados" de los franceses me inhiben las pocas ganas de llegar a conocerla alguna vez.


Pero hace poco, tuve una semana muy "blue, blanc, rouge", que tal vez haya cambiando mi opinión.
En primer lugar, disfruté de la última película de Woody Allen, Midnight in Paris (Medianoche en París, 2011).




"Un escritor norteamericano algo bohemio (Owen Wilson) llega con su prometida Inez (Rachel McAdams) y los padres de ésta a París. Mientras vaga por las calles soñando con los felices años 20, cae bajo una especie de hechizo que hace que, a medianoche, en algún lugar del barrio Latino, se vea transportado a otro universo donde va a conocer a personajes que jamás imaginaría iba a conocer".


Hace un tiempo que Woody viene prefiriendo "el viejo continente" como trasfondo para sus historias, dejando un poco de lado su amada New York.
De esta relación, han salido algunas muy buenas películas y otras más olvidables.
Medianoche en París, entra en la primera categoría.


Comienza con una serie de imágenes de París, bellas postales de una ciudad llena de romanticismo.


Gil (Owen Wilson), es un escritor de guiones de películas que sueña con publicar su primera novela. Por razones de negocios, acompaña a su futura familia política a París.
Inez (Rachel McAdams), es su prometida. Mandona, autoritaria y menospreciativa. Su familia es la típica que se cree superior a todo el mundo. Con la ignorancia del "yanqui" y su pedantería.


Gil es un romántico empedernido que se está "conformado", pero qué mejor que París para cambiar eso.
Al mejor estilo de La rosa púrpura del Cairo, donde Mía Farrow se evadía yendo una y otra vez a ver la misma película hasta que el protagonista sale de la pantalla, aquí, los "héroes" de Gil, saldrán cada medianoche a su rescate, devolviéndole la pasión por su carrera y por la vida.
Hemingway, Picasso, Dalí, T.S. Elliot, Scott Fitzgerald, Buñuel, son algunos de los personajes que cobran vida en la noche parisina.


Gil es una representación del aquel ¨Woody de los años 70, un poco tímido, algo neurótico, romántico, gracioso, que cumplirá su sueño de vivir en la "época dorada".  Aunque la película nos muestra, que cada tiempo tiene sus héroes y su brillo, sólo hay que saber verlo.


Una nocturna París, con música de Cole Porter y lluvia a la orilla del Sena, ¿cómo hacer para no rendirse a los pies de esta ciudad?


Continuando con Francia, fui a ver la nueva adaptación de Los tres mosqueteros. Dos fueron mis razones. La primera, más que sabida, la presencia de Matthew "Darcy" Macfadyen en el rol de Athos. La segunda, me gustaba lo que había visto como adelanto.


Una acotación al respecto, el que piensa que va a ver una adaptación del clásico, antes miren el trailer, así no pueden decir que no están advertidos.


La nueva versión es dirigida por Paul S.W. Anderson, lo que ya debería decirles algo. El director de las Resident Evil se caracteriza más por la acción y las tomas "alocadas" que por el fondo de la trama.
Respetado la "base" del libro, incorpora al relato intrigas que incluyen planos perdidos de Leonardo Da Vinci, para crear una nueva arma de guerra que podría inclinar la balanza en una futura disputa entre Inglaterra y Francia.


"Francia, siglo XVII. Athos, Porthos y Aramis son tres prodigiosos espadachines que pertenecen al cuerpo de mosqueteros del rey Luis XIII de Francia (1610-1643). A París llega un joven y valeroso gascón que ingresa en la guardia del Rey para hacerse mosquetero. Los cuatro tendrán que hacer frente a una maquiavélica conspiración urdida por el cardenal Richelieu para derrocar al rey".


Los tres mosqueteros están muy bien en sus papeles. Athos (Matthew Macfadyen), como el enamorado despechado, Aramis (Luke Evans), el galán con pasado religioso y, Porthos (Ray Stevenson), el fornido que hace gala de su físico y su humor.
Logan Lerman está correcto como el joven arrogante D'Artagnan, siendo el "gancho" para que las adolescentes babeen. 
Los malvados son caricaturezcos. Milla Jovovich, como musa y esposa del director, era infaltable y encarna a la "doble espía", Milady de Winter. Orlando Bloom es el duque de Buckingham y Christoph Waltz es Richelieu.




Filmada en su mayor parte en Alemania, tiene gran belleza de escenarios, vestuario y fotografía.
Con un toque de la estética de las últimas Sherlock Holmes, un poco del tipo de aventuras de Las Piratas del Caribe, es una película para no pensar y pasar un rato entretenido.







lunes, 24 de octubre de 2011

The Adjustment Bureau



David Norris, un carismático congresista destinado a ser toda una eminencia dentro de la política nacional, conoce a una guapa bailarina de ballet llamada Elise Sellas, quien en extrañas circunstancias provocará la chispa que podríamos decir causará el caos en su vida. Norris descubrirá entonces que hay fuerzas (posiblemente sobrenaturales) que intentan mantenerles separados, y tratará de descubrir por qué.


The Adjustment Bureau (Agentes del destino en Argentina), es una película de ciencia-ficción y romance que me recomendaron mucho.


Parte de una premisa que todos nos hemos preguntado alguna vez. Existe el libre albedrío o somos títeres de un poder superior?


David Norris está interpretado por el carismático Matt Damon. Este actor que representa al "típico chico norteamericano", es un joven de orígenes pobres que aspira a un cargo en el senado.
Todo parece estar a su favor, pero un breve encuentro con Elise, interpretada por Emily Blunt, puede cambiar sus planes o, mejor dicho...los de "él".


El simple hecho cotidiano de perder un colectivo puede cambiar nuestro futuro. Es lo que debería sucederle a David, pero el "agente del destino" encargado de realizar esa interrupción, se queda dormido (destino?), lo que puede cambiar el futuro que se tiene planeado para David.


El amor entre David y la bailarina es casi a primera vista, como sólo sucede en las películas, intenso y dispuesto a luchar contra viento y marea.
Claro que no será fácil, los "agentes" querrán impedirlo a toda costa, mientras nosotros nos preguntamos ¿quién diablos son estos agentes que se parecen al FBI y quién es el "presidente"?
Para ser honestos, serán preguntas que quedarán sin responder, pudiendo ser una interpretación que los agentes son "ángeles" y el "presidente"...bue...obvio que sería Dios.




Mucho romance mezclado con momentos estilo Inception o Mátrix, hacen una película entretenida que se sostiene mucho en la pareja protagonista.
Porque como hay parejas cinematográficas poco creíbles, también hay otras que nos hacen creer que realmente están enamorados. Emily y Matt tienen una gran química y son dos buenos actores de la "nueva generación", por lo que al mirarlos, nos descubrimos esperando que los planes cambien y que, su destino, sea quedarse juntos.


Ahora, si están esperando que les diga si existe el destino o somos libres de construirlo, es una pregunta que no sabría contestar. Porque a quién no le gusta pensar, a veces, que hay un plan superior que nos incluye?






miércoles, 12 de octubre de 2011

Agua para elefantes

  
  Todos hemos querido cambiar de vida, todos hemos querido huir alguna vez.
 
  Cuando el joven Jacob pierde todo, su familia y su futuro, y el mundo entero parece al borde del abismo en los difíciles años treinta, se aventura en un circo ambulante para trabajar como veterinario. Transcurren años de penuria y crueldad, pero también de ensueño y plenitud, pues Jacob encuentra en el deslumbrante espectáculo de los hermanos Banzini la amistad, al amor de su vida y a la traviesa elefanta Rosie.
 
  Han transcurrido ya muchos años, pero Jacob no se resigna a la postración que el destino le depara. Con renovada valentía nos revelará un secreto impactante y decidirá emprender nuevas andanzas, cueste lo que cueste.
 
  Sara Gruen, con un estilo apasionado y vibrante, ha escrito una novela aclamada por millones de libreros y lectores. Romance, lucha, asesinato, tragedia y humor integran el cartel de esta gran función que conmueve y asombra por igual.



Agua para elefantes es un best seller, como tal, tiene ingredientes que lo hacen "vendible", romance, traiciones, aventuras y desgracias. Pero todos estos factores que, a veces, suelen terminar por arruinar un libro, en este caso funcionan.


Es un libro entretenido de principio a fin, que intercala la vida de un anciano que tiene alma de joven y está en un asilo, con sus memorias de juventud.


Jacob es un hijo de inmigrantes polacos que está a punto de recibirse de veterinario cuando pierde trágicamente a sus padres y queda sólo en el mundo en plena "Gran Depresión".


Inesperadamente, termina arriba del tren de el Circo de los Hermanos Benzini. Sus conocimientos sobre veterinaria lo harán acreedor de la confianza de August, uno de los encargados del circo, y entablará una amistad con Marlena, la esposa de éste y estrella del circo.
Ella es bastante mayor que este muchacho inexperto, pero lo que comienza como una amistad, llevará a la admiración mutua, a la confianza en el otro y al amor.
August es aborrecible por donde se lo mire, así que la infidelidad está más que justificada.


En medio del triángulo amoroso, la vida del circo y los secretos que no conocemos. El sistema de "clases" que los regía, los códigos, el cuidado de los animales, el contexto económico y...Rosie, la elefanta.


Aunque, para mí, lo mejor del libro son las reflexiones del anciano Jacob, de más de 90 años (ni él recuerda exactamente cuántos tiene), que tiene el espíritu de un joven encerrado en un cuerpo gastado y está confinado a vivir en un geriátrico en el que siente que va a morir...de aburrimiento.


Es un libro recomendable, entretenido, con mucho diálogo, en un escenario atípico y en un momento histórico especial, con uno de los mejores finales que he leído en mucho tiempo por su optimismo y alegría.


La película basada en el libro se estrenó en el 2011 con un elenco de "estrellas". Dirigida por Francis Lawrence y con Reese Witherspoon como Marlena, Robert Patinson como Jacob y Christoph Waltz como August, están correctos en sus actuaciones, pero no sentí química entre los protagonistas.


Water for elephants, tiene una fotografía hermosa, etérea y llena de la magia del circo. Adapta bastante bien el libro, aunque se centra más en la historia de amor y temo que, al no funcionar bien la pareja Reese/Robert, la película flaquea. Además, casi no utiliza lo mejor del libro, el Jacob "viejo".
De todos modos, entretiene, no es mala ni tampoco quedará en la historia, sólo es un buen complemento para quien disfrutó del libro o bien, para las "veteranas" que se imaginan en el papel de Witherspoon comiéndose el bombón inglés.















viernes, 30 de septiembre de 2011

Libros atrasados

Esta será una entrada para libros que leí hace rato y que tenía pendientes.


Los dos primeros forman parte de una saga rusa, escrita por Nicolás Garín en 1892, conocida como La historia de Tioma.






Los dos primeros libros (en total son cuatro), son La primavera de la vida y Los colegiales
La primavera de la vida, narra los primeros años de Tioma Kartachov, un niño bastante insoportable y malcriado, consentido por su madre y protegido por sus criados. Tiene un duro padre, que ha forjado su fortuna en una carrera militar que, además de posición, le ha dado respeto.
La primera parte se dedica a mostrar más las aventuras y travesuras de un niño de sociedad. Y que quede impune de ellas, será algo que más tarde se verá reflejado en su carácter.


El segundo, Los colegiales, nos cuenta la historia de un Tioma joven, que pasa sus días de estudiantes leyendo autores controvertidos, emborrachándose y enamorándose con mucha facilidad.
Su padre ya ha muerto, su madre no tiene control sobre él y aquel pequeño niño travieso, se ha convertido en un joven corrompido por la vida de la ciudad y las malas amistades.


Me faltan leer los dos últimos, pero fue como observar el declive de alguien que se "conoce" de pequeño y, aunque me gustaría saber cómo sigue la vida de Tioma, lo dejaré para más adelante.


Los otros dos libros que comentaré, también forman parte de una de la saga, la de los Inmortales, escrita por Alyson Nöel. 
Antes de empezar a comentarlos, quiero aclarar dos cosas. Una, fueron un regalo. Dos, me aburrieron a más no poder.


La primera parte se llama Eternidad (Evermore),  y sí,  su lectura dura una eternidad.






Después de que un horrible accidente siegue las vidas de su familia, Ever Bloom, de dieciséis años, puede ver el aura de la gente, oír sus pensamientos, y saber toda la historia de la vida de una persona con sólo tocarla. Haciendo lo imposible por evitar el contacto humano y suprimir sus habilidades, ha sido etiquetada como bicho raro en su nuevo instituto. Pero todo cambia cuando conoce a Damen Auguste.

Damen es guapísimo, exótico, y rico. Es el único capaz de silenciar el ruido y la extraña energía en su cabeza; poseyendo una magia tan intensa, que es casi como si pudiera ver dentro de su alma. A medida que Ever se siente más y más atraída hacia su mundo de secretos y misterio, encuentra más preguntas que respuestas. Y no tiene ni idea de quién es él en realidad... o qué es. Lo único que sabe con seguridad es que se está enamorando profundamente y sin remedio de él.


Más de lo mismo, una chica popular que luego de estar muerta por algunos minutos, descubre que puede "escuchar" los pensamientos de los demás y ver el fantasma de su hermana muerta.

Cambia de escuela, para vivir con una tía que se hará cargo de ella. Esto sólo es una forma de decir, porque como en todas las novelas juveniles, las figuras "adultas" no participan en la vida de los adolescentes protagonistas.

Por supuesto, en el nuevo colegio conoce al chico misterioso, rico, hermoso hasta doler e...insulso.
Todos los chicos de este tipo de novela son guapos, ricos, etc, pero Damen Auguste me aburrió.
Por supuesto, en el camino al amor se les presentarán problemas, una mala malísima y el secreto que esconde Damen, que no es ni vampiro, ni fantasma ni ángel. Es un inmortal, cuya explicación de la forma en que llegó a serlo es bastante pobre.

Lo mejor del primer libro, las apariciones de su hermanita muerta.
El segundo libro es Espejismos (Blue Moon), y logra algo difícil, ser peor que el primero.



No es fácil empezar de nuevo. Y para afrontar el futuro hay que olvidar el pasado: eso es lo que Ever se repite a sí misma tras haberse separado definitivamente de su familia y haberse convertido en inmortal. Ahora Damen y ella tienen toda la eternidad por delante, pero Ever se siente más insegura que nunca de su relación.
Y para complicar todavía más las cosas, Ever tiene la oportunidad de viajar al pasado. ¿Lo hará aunque esto signifique perder a Damen para siempre?

Ever está tomando el brebaje que la llevará a ser inmortal, tiene el amor de su eterno enamorado, está aprendiendo a manejar su "particularidad" y sigue teniendo los amigos más sosos que existen en la tierra. Todo está encaminado para su felicidad total...hasta que aparece otro chico misterioso, hermoso y rico pero más malo que las arañas más malas.

Entonces, su amado la olvidará...y justo cuando estaban por llegar a tercera base...o a cuarta o a quinta. Bah! qué se yo! Nunca entendí esa comparación yanqui entre el béisbol y el sexo.
Damen no sólo la olvida, sino que la empieza a tratar como si fuera acosadora y con razón. La chica lo sigue con perrito perdido y hasta se le mete dentro de la casa, pero sólo porque quiere saber qué le pasó!

En fin, es obvio que "Roman el malvado" está detrás de los cambios. Toda la escuela está bajo su hechizo, incluidos los amigos bobos, menos Ever que sufre por los rincones o se mete en una "realidad alternativa" en donde se encuentra con unas gemelas dignas de estar en el séquito de Gwen Stefani.

El tiempo que pasa en Summerland es de lo más aburrido,  su vida es un asco, la traiciona todo el mundo (menos su tía), y corre riesgo la vida de su "amor eterno". Para colmo, cuando todo parece solucionarse, una vez más demuestra que es medio tonta y justifica las ganas del lector de abofetearla, confía en la persona equivocada y una maldición recae sobre la tierna parejita.
Final abierto para la tercera parte, Tinieblas (Shadowland), que se publicó en español recientemente y que no pienso leer, salvo que me lo regalen.







martes, 20 de septiembre de 2011

El caso Jane Eyre

En el mundo de Thursday Next la literatura es casi como una religión. Se ha creado una brigada especial que se ocupa de asuntos tan esenciales como perseguir los plagios, descubrir al verdadero autor de las obras de Shakespeare o detener a los vendedores de falsos manuscritos. Pero ser detective literaria teniendo a un padre cronopolicía y a un tío capaz de las más locas invenciones no siempre es una ayuda. Y aún menos cuando Jane Eyre, la famosa heroína de Charlotte Brontë, es secuestrada por Acheron Hades, antiguo profesor de la detective Thursday Next y moderna encarnación del mal absoluto... Como bien se dice en esta novela: "Las barreras entre la realidad y la ficción son más porosas de lo que creemos."

 Hombres lobo, vampiros, viajes en el tiempo, clonación de animales prehistóricos, dirigibles como principal medio de transporte aéreo, realidad alternativa, personajes literarios. ¿Cómo armar un comentario sobre un libro que combina estos ingredientes y más?

 El caso Jane Eyre es un libro que puede entrar en el género de la ciencia ficción, ya que transcurre en una Inglaterra alternativa, una que sigue en guerra con el Imperio Ruso por Crimea. Donde el fanatismo literario es más fuerte que el deportivo, y los defensores de Shakespeare se enfrentan con los que creen que Bacon escribió las famosas obras que le atribuyen al primero. Los encuentros entre River-Boca, Colón-Unión, o si nos trasladamos, Manchester United-Machester City, no son nada comparados con los enfrentamientos entre clásicos y surrealistas. En medio de esto, la tecnología avanzó tanto que se puede viajar en el tiempo y existe una cronopolicía para controlarlo. También se clonan animales extintos, como el dodo, para compañía.

 La protagonista, Thursday Next, juego de palabras que significa Próximo Jueves, es una policía literaria que persigue al poderoso y malvado archienemigo, Acheron Hades, que secuestra personajes literarios (gracias a un artefacto que le permite entrar a un manuscrito original y "traer" al personaje a la realidad), y pide rescates bajo la amenaza de matarlo y cambiar la narración para siempre. Si nos atenemos a esto, podría clasificarse como ciencia ficción policial.

Pero también, tiene mucho de comedia, constantes juegos de palabras (que pierden mucho en la traducción), guiños literarios hacia los lectores, un malvado tan malvado que puede parecer de caricatura y, además, una historia de amor. Entonces se podría definir como un libro de ciencia ficción policial cómico romántico.

 Este libro de Jasper Fforde, el primero de varios con la misma protagonista, es entretenido y de fácil lectura. Peeeero (como diría Romero, el comentarista de Duro de Domar), las constantes referencias a clásicos ingleses puede despistar a alguien que conozca poco, pasa igualmente con los guiños literarios o ciertos juegos de palabras, lo que puede parecer un poco elitesco.
 Lo mejor, es que la literatura sea el centro de la sociedad y también, que intervenga Mr Rochester como un aliado de la protagonista.

 Todo esto me hizo preguntarme, ¿qué espera la BBC para hacer una serie de esto?

sábado, 27 de agosto de 2011

Seguimos con Jane Eyre


Después de haber leído el libro por tercera vez y luego de The Eyre Affair, no pude con mi genio y terminé viendo la película por más que estaba esperando su estreno en cine.

La nueva versión de Jane Eyre, está dirigida por Cary Fukunaga, un director norteamericano(hijo de padre japonés y madre sueca), que proviene del ambiente del cine independiente.Una extraña selección para una adaptación de un libro tan clásico.

Filmada de forma original, queriendo apartarse de otras versiones del libro, comienza en forma de "flashback", arranca en el momento más crítico en la vida de Jane y de allí, a modo de recuerdos, se llegará a conocer quién es y lo que ha sufrido.
Como no podía ser de otra manera, la BBC no se quedó lejos del proyecto, siendo una de las productoras del mismo. Estando esta productora detrás, la ambientación es perfecta.
El vestuario es oscuro y simple, la fotografía hermosa, con una luz muy sutil, sencilla, llena de luces y sombras de velas y del fuego presente en las chimeneas. La música de Darío Marinelli, que ya me sorprendió gratamente en Orgullo y Prejuicio (2005) y en Expiación (2007), es una combinación magnífica de suavidad e intensidad.

Tanta atención a los aspectos "técnicos" me dejó con la sensación que descuidaron lo más importante, es decir, la historia y sus personajes.

Jane Eyre es una historia muy conocida, compleja y oscura. La sentí superficial y acotada.
La relación entre Jane y Rochester, que crece poco a poco en el libro, a través de conversaciones y momentos compartidos, es reducida a un par de breves encuentros que no dejan en claro porqué se enamoran el uno del otro.
Un elemento esencial de la historia, como es el misterio que esconde la casa, es reducido a casi nada.

En cuanto a las actuaciones, Mia Wasikowska, que interpreta a nuestra querida institutriz, no me convenció. Siempre vi a Jane como una joven mujer adelantada a su época, de firmes opiniones, decidida y fuerte. La interpretación de Mia Wasikowska, me pareció débil y dubitativa.
Michael Fassbender, al que consideraba muy "lindo" para el papel de Rochester, cae mucho mejor parado que su joven compañera. Muestra intensidad sin caer en exageraciones y junto al maquillaje, lo hacen un Rochester tolerable.
Lamentablemente, entre los actores, no se siente química, algo que es imprescindible para plasmar una de las parejas literarias más famosas.
Como curiosidad, la aparición de Jamie Bell como St. John Rivers, me resulta raro ver al pequeño bailarín de Billy Elliot en papeles de adulto.
Capítulo aparte para la siempre espectacular Judi Dench como Mrs Fairfax, el ama de llaves de Thornfield. Aunque un tanto desaprovechada, sus apariciones mejoran cualquier película y ya se me es difícil imaginar un clásico inglés sin su presencia.

Para alguien que no haya leído el libro o lo haya leído sin pena ni gloria, es una película de época que se puede disfrutar. No es una mala cinta. Ahora, si el que la ve, la mira con ojos de fanático de la obra, cambiará mucho la opinión sobre la misma. Lejos, en historia e interpretaciones, a las versiones de 1996 o la miniserie del 2006.

domingo, 7 de agosto de 2011

Jane Eyre


"Una de las grandes novelas de todos los tiempos. La obra maestra de la literatura victoriana. Jane Eyre es una novela clásica de amor, precursora del feminismo y la psicología moderna, sobre una huérfana que enfrenta su destino manifesto gracias a su inteligencia e integridad inquebrantables. Controvertida y revolucionaria en el momento de su publicación, Jane Eyre es, al mismo tiempo, una crítica punzante a una sociedad rancia y un himno aguerrido a la valentía y el romance.
Una historia de amor e intriga en la Inglaterra del siglo XIX. Una de las novelas más populares y exitosas de todos los tiempos, varias veces adaptada al cine."


Jane Eyre es un clásico de todos los tiempos. La novela, escrita por Charlotte Brontë, fue publicado bajo el seudónimo de Currer Bell y por mucho tiempo, se creyó escrita por William Thackeray (La feria de las vanidades, Barry Lyndon).

La primera parte de la novela, trata sobre la vida de Jane Eyre de pequeña. Huérfana desde temprana edad, es criada por un tío, pero al fallecer éste, queda a merced de la esposa de él, la señora Reed y de sus tres malcriados hijos.
Esta niña de carácter fuerte, que se podría tomar como rebelde, es llevada a una cruel escuela para niñas, Lowood, donde las privaciones y los malos tratos son moneda corriente. El espíritu de esta jovencita se pondrá a prueba en la institución rigurosa, pero gracias a la señorita Temple, sus años allí serán provechosos.

La segunda parte de la historia, nos muestra a una joven Jane, que ya es docente del colegio y que decide que es hora de abandonar la seguridad del colegio y salir al mundo. Consigue un trabajo de institutriz de una niña en Thornfield, lugar que le cambiará la vida al entablar amistad con el señor Rochester, dueño del lugar.
Lo que comienza como respeto y confianza mutua, se transformará en amor, del que reniegan los dos por distintos motivos. Ella, por considerarlo fuera de su alcance y él, por esconder un secreto que habita en los rincones del Thornfield.

La tercera parte, transcurre lejos de su amado Rochester, el secreto que guardaba al fin salió a la luz y los separa. Lejos de Thornfield, Jane comienza otra etapa de su vida, pero su corazón no lo ha olvidado y reconoce su llamado a la distancia.

Cuáles son los motivos por los que una historia de amor entre una pobre institutriz y su señor es un clásico?
Por su heroína, una joven que no se destaca por su belleza exterior, sino por su vida interior, su fortaleza, su determinación.
Por su héroe, un "viejo" de treinta y tantos, poco atractivo, sarcástico, oscuro y misterioso.
Porque es adelantada a su época en muchas cosas, es feminista y crítica.
"Y supone una gran estrechez de miras por parte de algún ilustre congénere del sexo masculino opinar que la mujer debe limitarse a hacer repostería, tejer calcetines, tocar el piano y bordar bolsos. Condenarlas a o reírse de ellas cuando pretenden aprender más cosas o dedicarse a tareas que se han declarado impropias de su sexo es fruto de la necedad".

Porque redactada en primera persona, podemos leer los pensamientos de Jane, conocer sus sentimientos, compartir su dolor. Porque está escrita de una manera exquisita.
"Toda la conciencia de mi vida solitaria, de mi amor perdido, del naufragio, de mi esperanza, de mi fe agonizante se abatió sobre mí de lleno, como un macizo de sombras. No es posible describir la amargura de aquella hora; las aguas anegaron mi alma, me hundí en un cenagal sin fondo, donde no se hacía pie, hasta lo más profundo de las aguas. La riada se había apoderado de mí".

Porque es una mujer que se defiende ante cualquiera, incluso frente a su señor, a quien ama y respeta.
"¿Cree que por ser pobre, insignificante, vulgar y pequeña carezco de alma y de corazón? Pues se equivoca. Tengo una alma y un corazón tan grandes como los suyos..."

Y qué tiene de especial ese extraño señor que puede parecer egoísta por sus decisiones? Su amor apasionado a Jane, tanto la quiere, que deja de lado las creencias que rigen la sociedad victoriana.
"Cada átomo de tu carne es como si fuera mío, y seguiría amándolo aunque enfermara o se viera traspasado por el dolor. Considero la clarividencia de tu mente como el mayor tesoro, pero si se quebrara no dejaría de ser un tesoro para mí. Si te pusieras a delirar furiosamente, no te sujetaría con una camisa de fuerza, sino con mis brazos, que te agarraras a mí me encantaría, aunque fuera en trance de desvarío..."

Una historia de amor llena de espinas, como los campos del señor Rochester.

El cine ha hecho muchas adaptaciones de esta novela, distintos Jane y Rochester, algunos más acertados que otros. Las más famosas han sido la de 1944, con Joan Fontaine y Orson Welles. La de 1970, con George C. Scott y Susannah York. La de 1996, dirigida por Franco Zeffirelli y protagonizada por Anna Paquin, Charlotte Gainsbourg y William Hurt.
La televisión, en especial la BBC, la ha llevado a sus pantallas varias veces, siendo la del 2006 la más vista, con Ruth Wilson y Toby Stephens.

En el 2011 se ha estrenado una nueva versión cinematográfica con Mia Wasikowska y Michael Fassbender en los roles principales. En Argentina seguimos esperando su estreno.